martes, agosto 28, 2007

jueves, mayo 24, 2007

Una menos

Como los actores que al finalizar la obra salen al escenario a saludar y quebrase ante los aplusos, o a esquivar tomates peritas, yo ahora si, me despido.
Decir que este blog dejó de tener sentido, en mi caso no es tan cierto. Porque no sé si alguna vez lo tuvo. Y no sé si el próximo lo tendrá.
Solo que últimamente me vine acostumbrando bastante a escribir en tercera persona.
O será que el tiempo del ombligo se me pasó por un rato.
Como una foto vieja, en la que nos miramos e intentamos entender cómo y cuándo fué que crecimos tanto. Que alguna vez fuimos eso, y que ahora somos esto. Cuándo fue que los ojos se empezaron a poner tan tristes o cuando fué que las piernas se estiraron tanto, o estos lunares se reprodujeron como cucarachas. Cuándo fue que dejar ir empezó a resultar tan sencillo. Y enamorase tan tan difícil. Así de dificil es no leer este blog entero y a veces no avergonzarse.


Alguien decía que al final de una oración debería ir un reloj que indicará el tiempo que llevó escribir esa frase. Solo así, creo, quedaría evidenciado todas las que fuí mientras lo hacía.
Este Blog no se murió, ni se venció. Simplemente le ocurrió lo que a un miembro varonil cuando estalla en masculinidad.
Acabo.
Porque tenemos un costado masculino, y a veces lo usamos.
Ya vendrán otros tiempos, ya vendrán bocas nuevas para decir palabras nuevas.
La humedad de la angustia ya me estaba empezando a ahogar.

Hasta pronto, y merci.
(Una Pulpi)


sábado, abril 28, 2007

Adiós


Este blog perdió sentido el día en que al amor ya no lo tuve que imaginar.
El fondo ya no es negro y yo no soy fucsia.
Conclusiones: Escribir es bueno.

lunes, abril 09, 2007

En la cuenta regresiva

Son los últimos días de nodoypuntadasinhilo

El blog de las Pulpitas está por llegar a su fin






sábado, marzo 31, 2007

De la lluvia, y esas aguas

Puedo decir sobre las luces que vi, decir que una vez me puse a esperar y como dice Spinetta sin saber qué esperar me dio vueltas las ganas de amar, y me encendí de amor. Me entregue, me fundí, me doble y me volví a parar, y ahora estoy acá.

Se hizo de noche y estoy en el medio de una librería-bar muy coqueta del barrio de Palermo bobo. Un escritor presenta un libro sobre un barco y una guerra sobre la que se poco y nada. Pero me conmueve. Me emocioné varias veces mientras leía el libro, y me emocioné mientras le contaba al escritor sobre esas “partes”
Ahora estoy parada en el fondo de un pequeño salón poblado de parientes y amigos y ex combatientes de Malvinas que se abrazan, se saludan y eligen copas de vino. Las mujeres huelen bien, algunas cargan bebés y se besan en la boca con hombres que las miran también perfumados y encorbatados y parecen sonreírse como asintiendo una complicidad de felicidad compartida. Ni secreta, ni pública, propia.
En la otra punta esta el jefe de redactores de una revista que lleva un nombre que alguna vez creí divertido, premonitorio. Lamujerdemivida. Y hoy entiendo que esa frase me va a quedar grande siempre. O chica. Que no esta hecha a mi medida. Ser mujer es un ejercicio que practico todos los días y que a veces hasta me cuesta más que aprender a escribir, pero lo sigo intentando. Pero ser la protagonista de una vida ajena a veces funciona con costos que me aterran. Es que yo soy la que vive a destiempo, errando, llego tarde o demasiado temprano al amor. Llego cuando ya se fueron, o cuando todavía no llego nadie. O voy a la dirección equivocada, donde el que está, no me esperaba.
Estoy sola, tengo el bolso que, como siempre, me pesa una tonelada, un grabador que estrene hace poco y donde últimamente juego a ser entrevistadora. Tengo anotadores cartuchera y ahora, un libro dedicado. Y me pesa.
También llevo un paraguas rojo y en la punta de la mirada una tormenta eléctrica a punto de estallar. Y estalla, no me da tiempo a avisarle que no es la hora ni el lugar, que no tiene nada que ver, que acá no.
Pero cae.
Salgo a la calle, abro el paraguas y busco. No, es imposible. Seria demasiada casualidad. Es de noche, esta refrescando y hay mejores cosas para hacer, seguro.
Un señor me dice que a la vuelta para el 39, gracias, me voy tarareando una canción
que a veces
me calma…

Coincidimos y no es casualidad, que mala suerte no es casualidad…
Tal vez sea cierto, lo que queremos no es lo que hacemos, lo que buscamos esconde un defecto… es la manera en la que construimos…recuerdo, ya estuve llorando por esto…

the mood I


aunque tengo en la cabeza el formato del word no puedo ni siquiera deducir el significado de la mayoría de las palabras. abrir ventana, cerrarla, aceptar o cancelar una opción se hace efectiva a prueba de ensayo y error.
pero más allá del lenguaje, que puede serlo todo, la vida sigue siendo, para mí, una simulación. las chicas usan medias red agujereadas con la mano en un ataque de furia fashionista como si los agujeros de fábrica no les alcanzaran y se encapuchan la cabeza como si su belleza fuera demasiado dulce para enfrentar al mundo. no creo que su dolor sea muy diferente del mío, sólo que a mí no me parece que haga falta exhacerbar tanto la miseria.
el punchi punchi golpea en un solo lugar hacia una misma dirección y un hombre con botas de cuero altas mira a la gente con un vaso en la mano. toma cerveza fría, ácida, vegetal y despega su culo desnudo de la silla de cuero plástico. hasta la barra el pito le cuelga a la altura de la rodilla. parece gay pero acaba de mostrarle los dientes a una chica que le responde con una mirada afiebrada, muda, hastiada.
en berlín la gente toma café. en bares con mesas de cajón de vino en el medio de la vereda. entre los bohemios charlantes y los cochecitos -acá hay tantos por cuadra como sonidos nuevos en el alfabeto alemán- se genera una batalla silenciosa donde ninguno, salvo por unos segundos, es interrumpido en su tarea.
hay puentes, al lado de los puentes museos y al lado de estos más cafés. la gente no se sienta, sino se recuesta en las sillas. es como si la vida fuera un paseo por plaza serrano un domingo de invierno a la tarde. acá no da quejarse de lo cool. el bienestar es la única manera de entender la vida: música clásica para despertar, velas con el té -en hebras- de la tarde, cafetera italiana, jabón líquido para el cuerpo.
en berlín nadie nunca parece haber despertado. despegado de la resaca de la noche anterior, del libro que tuvieron frente a los ojos siete horas seguidas, del shock de una idea infructífera.
a mí nada me sorprende: la ciudad es muy yo o mi depresión intelectual es cada vez más evidente. debe ser eso, sí, lo que me pone en un estado de "non surprise" permanente.

miércoles, marzo 21, 2007

Te extrañaré Pulpi

No es una despedida trágica, ya sé, pero te voy a extrañar aunque solo sean unos días.
Este blog no es nada sin ti...

Te quiero amiga, disfruta mucho, yo te cuido el banco, no problem...


te dejo un recuerdito...

J.-baila M, baila, es nuestro minuto de fama, todos nos miran...
M.-pero J, no nos ve nadie, estamos atrás de un árbol y a cuadras del escenario...
J.-no importa M vos baila, cualquier cosa decimos que estamos de ácidos.





y después te trago un árbol...



domingo, marzo 18, 2007

funny are you smart?

Había un chico que cambiaba el dial de una radio y paraba en una estación determinada. Mientras pasaba el tiempo me di cuenta de que ese repertorio me haría eco durante varias semanas hasta encontrar otra banda de sonido que la reemplazara, más parecida al punchi, menos banda, más tribal.
Mientras tanto -por ahora todo es un mientras- canto:
My funny Valentine
Sweet comic Valentine
You make me smile with my heart
Your looks are laughable
Unphotographable
Yet you're my favourite work of art
Is your figure less than Greek

Is your mouth a little weak
When you open it to speak
Are you smart?
But don't change a hair for me

Not if you care for me
Stay little Valentine stay
Each day is Valentine's day
En el recital de Roger lloré casi toda la primera media hora. En la popular bien a lo alto una de las cosas que más me conmovían era el límite de la cancha con el cielo y esa sensación de abarcarlo. Sentía que podía tirarme de algún punto fijo imaginario en el centro y sobrevolar el estadio como si fuera un Jet 737 de los ochenta un poco más elastizado como para hacer piruetas.
Después me di cuenta de que uno normaliza lo que alguna vez fue inimaginable, pero la tierra sigue siendo redonda y desde lejos se ve azul y más cuando cruzás el océano. Uno ya no desearía tirarse encima de una nube porque sabe que no son copos de algodón, sino bolutas de aire comprimido divinas pero traspasables. Sin embargo queremos que la nieve nos moje el abrigo y bombardee la cara al mirar inocentemente para arriba y que de repente sin saber cómo se te moje el ombligo con agua helada.
El lado oscuro de la luna no lo vimos o lo vemos todo el tiempo. Lo que también vemos todo el tiempo es una realidad virtual tan intensa como la real, pero ese es otro tema porque en el reci estaba el "quiero que todos sean como el hermoso de Doyle Bramhall". Ese pelo largo, ese pecho descubierto, esa oscuridad irretornable, googléenlo plis.
Fuimos con papá y papá se puso una remera de Pink Floyd pintada a mano que se compró esa tarde en un local de la peatonal Lavalle. Era bien grasa, le quedaba linda, como me pidió lo dejé ser él y no se lo reproché. Pero ése también es otro tema.
Es domingo, nos acabamos de levantar sin acabar nada y nos vamos a desayunar.

viernes, marzo 16, 2007

Si el verano se termina, por lo menos me quedan conclusiones...




-en las próximas vacaciones, si voy a hostal y sin novio, procuraré no estar en la habitación continua a la pareja que mas coje en todo el distrito. Porque me deprimo, y me excito al pedo.

-la popularidad del blog esta indefectiblemente ligada a la cantidad de comentarios que dejas en otros blogs, y al tiempo que le dedicas a leerlos todos. La nuestra decreció el día que dejamos de leer otros blogs.

-los recitales gratuitos del Gobierno de la ciudad vienen bien. Están llenos de extranjeros y si te esforzas capaz te conseguís guía turística para tu próximo viaje al viejo continente.

-la técnica del clavo para sacar a otro clavo, no es recomendable para personas inexpertas. Por lo menos tenés que haberlo ensayado dos o tres veces para que te resulte.

-que la tristeza no es más inspiradora que el miedo

-definitivamente nunca más veraneos en carpa

-te amo son dos palabras, que juntas, resultan bastante difíciles de ubicar en el discurso cotidiano. No así vía Skipe y en lenguas eslavas.

-el talento no es equivalente al éxito. Éste último suele estar condicionado por circunstancias estrictamente espaciales y temporales. Solo se trata de estar en el lugar indicado, con la gente indicada a la hora adecuada.

-que el amor puede durarte en el cuerpo más que la relación misma.

-que Cerati tendría que escribir un libro con frases célebres. “Fuck loco”, dicha en una nota que dió a la Viva, superó a “Gracias totales” definitivamente. Y nos alegro la tarde.

-preparar un final durante todo febrero para rendir en marzo implica llegar al principio de clases más cansada que si estuviesen terminando. Igual grossas porque nos sacamos 10.

- que uno empieza a admirar a su ex el día en que se da cuenta que de haberte dado tiempo, vos lo habrías arruinado peor.

-que estoy preparada para el éxito. Que este año venga que me lo re banco.

viernes, marzo 09, 2007

No entiendo que se festejo ayer...


Solo vi propagandas que me invitaban a usar cremas con olor a culo de vieja y a que los hombres me regalen bombones y esas pavadas que se suponen nos tienen que gustar por ser mujeres.
¿hasta cuando? Dejen ese manual de una vez...

¿acaso nos olvidamos lo que significa este día?

jueves, marzo 08, 2007

¿Para qué sirve un ex? 20 razones para fundamentar su utilidad

1-porque es divertido coleccionar algo
2-para acumularlos y suponer que nos proporcionan experiencia
3-para cuando no te queda en quien pensar a la hora de tocarte
4-para llenar horas de terapia
5- para comparar con el actual
6-para tener a quien criticar mientras esperas que salga el Buquebus que tiene una demora de cuatro horas
7-para tener con quien volver
8-para que las canciones tristes y de amor tengan sentido
9-para justificar la cuenta de MSN
10-para tener a quien buscar en los recitales gratuitos del Gob. De la ciudad
11-para explicar la génesis de esta neurosis
12- para hablar de algo con la depiladora
13- para encontrarlo de la mano de un chico en la puerta de un telo, y que ahora te cierre porque siempre te pedía que le digas Susana
14-para apostar al futuro
15-o para afirmar que todo pasado fue mejor
16-para tener una nueva amiga: su actual mujer
17- para corroborar de vez en cuando que nada puede haber sido mejor que perderlo de vista
18- para jugar al olvido
19- para extrañar a alguien
20-para justificar el llanto pre-menstruación


-¡para que te caiga la ficha de una vez por todas nena!… los ex son los pasos en falso que das hasta llegar al príncipe azul. Ahh!!

domingo, marzo 04, 2007

ya no

Sex can wait.
Perdés el tono.
Te dejó de gustar la escritura fucsia:

De nena grande, histérica y estridente.

viernes, marzo 02, 2007

Y festejamos un cumpleaños más...


porque la Pulpi que faltaba cumplió los 23.

Ahora juntas sumamos solo 46, queda pista...

queda escote, derroche y trasnoche, y una anónima enojadísima que no para de insultar...






miércoles, febrero 28, 2007

Golden

El concepto de despedida de soltero me parece una verdadera bosta. Y el folklore de esos eventos mas todavía.
Me reuní a comer con mis tres amigas del colegio a las cuales veo más o menos cada dos meses o un poco más, y después de hacer el recorrido obligado por las decenas de anécdotas que minan nuestra ya ex adolescencia, llego el tema de las despedidas de soltero.
El recorrido fue más o menos este. Primero nos preguntamos cómo estamos, por trabajo, facultad, domicilio actual y parejas.
Después hablamos de embarazos, abortos e infidelidades ajenas.
Y de ahí paso directo a lo que comienza con un ¿se acuerdan cuando nos fuimos a Gesell y pagábamos el hotel como para dos personas y las otras dos entraban por la ventana? (risas entusiastas y asentimiento) ¿y se acuerdan que estuvimos los diez días drogadas, metidas en la casa de unos pendejos de Ramos Mejia?, ¿te acordas maga, cuando te paranoiqueaste tanto que casi te tiras de un auto en movimiento? (más risas)

A medida que las carcajadas van mermando, las anécdotas, tantas veces repetidas, se van agotando y se pasa al tema que hoy parece incumbirnos. Las despedidas de solteros.
Yo planteo mi disconformidad con participar de una. Apelo que me parece una gansada eso de tener que disfrazar a una pobre pelotuda para pasearla por placita Serrano casi en bolas, que detesto todo lo que se asemeje el cotillón de casamiento, que me niego rotundamente a arengar desde un auto en movimiento con un silbatito en la boca haciendo que me divierto, y que descarten mi presencia en el caso de que decidan asistir a uno de esos boliches, bien de grupito de maestras jardineras, que se llama Golden: un par de pobres tipos con la pija ya casi morada que cortan los bordes de los forros para contener la sangre en el miembro erecto (después de pajearse obvio), y así mantenerla parada durante todo el show, y encima con esos músculos sobrenaturales que tan poco se asemejan a la masculinidad. Simulando excitación, simulando placer.
Y ni hablar de las veteranas desenfrenadas, y las pendejas cúmulos de histeria desatada, todas gritando como si nunca en su vida hubiesen tenido un pito en la cara. Haciéndonos quedar como lo que somos, un género tan predecible como el masculino, pero encima insatisfecho.

Se enojaron, me dijeron que era una amarga, una anormal, una aguafiestas, que no sé divertirme, que la facultad está afectando mi capacidad de relación con el mundo exterior, una quiso decirme idiota, pero se mordió la lengua.
Así que me subieron en el auto de una ellas y me dejaron en mi casa, antes de arrancar me dijeron, andá andá, seguí estudiando que vas bien, nosotras nos vamos a tomar algo por ahí y cuando te descomprimas llama.

Me quedo más que claro. Amistad es sinónimo de fingir condescendencia.

domingo, febrero 18, 2007

¿El otoño ya llegó?

Diste incontadas vueltas a un árbol para desenredarte del amor de un otro y unas bolitas negras enmarcadas en unos ojos mongoles se incrustaron en el pecho como dos balas agujas de la poli. Pum, pum, pum. El golpe fue tan seco y directo que te metió al mar. De una. Barrenaste una ola y cruzaste el Atlántico hasta donde el aire se cocina bajo cero y el agua se endurece.
Te despertaste y abajo tuyo un charco de sangre verde: desangraste el tranquililzante intravenoso.
Pero seguías sintiéndote pura.
calma,
alma,
ama.
Formulo máximas.

- A la vida hay que ganarle tiempo. Conozco dos maneras de hacerlo: leer y amar.
- El descuido genera el miedo de sentirse usada y maltratada.
- Si uno camina solo por La Boca a las tres de la mañana lo único que le tiene que dar miedo es su propia locura.
- El desfasaje amoroso ocurre cuando a uno le hace mal no ver al otro y al otro le hace mal verlo.

En la semana del deseo

- Esperar. Esperar una ola de amor que me conmueva. Eso me vuelve cobarde. La ausencia de placer. El deseo de amor. El deseo de amar.




sábado, febrero 10, 2007

Así, no.

Estuve en carpa unos cuantos días en una provincia mesopotámica.
El calor era realmente insoportable, cuando soplaba un poquito de viento era como si abrieran un microondas encendido y un par de veces me desperté casi ahogada, sentía el techo en la cara y como si estuviera a cocción. Tuvimos que comprarnos unas camas inflables de esas para la pileta y usarlas de colchón por que ya teníamos la columna partida. A mi me toco una amarilla. Las compramos a quince pesos cada una y como no quisieron hacernos oferta robamos unas pulseras con la bandera de jamaica. No nos gustan, pero las guardamos.
El camping era tan chiquito como poblado. La gente solo escuchaba Maná o La Renga, y lo hacia a volúmenes altísimos desde las 9 de la mañana, tenían camiones, autos casi chatarreros y tomaban cocaína sobre las mesas de material que están juntos a las parrillas, estaban tatuados hasta la medula y no había quien tuviera menos de cuatro hijos.
Sensación térmica cuarenta y cinco grados casi todos los días así que la carpa solo se usaba para dormir y algún tipo de etcétera. Pero no mucho más.
Primer día, llega la hora del baño: Puerta vallada por un cartel que decía escrito a mano, “estamos lavando, disculpe las molestias” al lado una fila de mujeres que empezaba en una gorda con tres nenas y terminaba en yo, que mas que una campamentista parecía una promotora de Sedal, debatiéndome entre una crema para rizos obedientes y otra para ondas irresistibles.
Éramos más o menos diez mujeres en total y parece que todas esperaban hace más de una hora. Calladitas y sin chistar. Ni siquiera se podía pasar a hacer pis.
Parece que la limpieza se efectuaba a cualquier hora y sin aviso, de modo que el baño se clausuraba hasta que la tarea concluyera.
No se si es un rasgo provinciano o qué pero, repito, nadie se quejaba, a nadie parecía fastidiarle semejante arbitrariedad.
Me enfurecí.
En pocos minutos me convertí en la activista del camping, monte una sublevación que encabezaba yo misma y arengaba yo sola. Era la única partidaria e integrante de la protesta. Pero lo hice con valentía y cualidad. Indignadísima pedí justicia por las madres que estaban con sus niños y argumente que lo peor de todo no era que tuviéramos que esperar hora y media para bañarnos sino que ni siquiera pudiéramos pasar a hacer pis. Que era inhumano, y esta palabra la pronuncié con modulación perfecta, in-hu-ma-no, y lo separo así porque parece que ahora lo que queremos grabar en la retina ajena se escribe así.
Les dije que estaba realmente mal organizado y que tendrían que haber previsto esta situación, propuse que sectorizaran las zonas de modo que siempre quedaran por lo menos cuatro retretes libres.
La señora de la limpieza me miraba seria, callada, con una calma siestera que, la verdad, un poco me intimidaba. Me parecía poder ver detrás de esa mansedumbre un poco de odio pupilar (que es ese odio que nace atrás de la cornea), y las matronas de las carpas, que formaban la fila y estaban revestidas en críos, lo hacían también reservadas con la mirada cansada, bronceada, con el parpado a mitad de ojo, los hombros rebajados hasta los codos y las criaturas por los tobillos, la panza brotándoles al aire; no sé si estaban resignadas, no sé si en el fondo me agradecían desde el silencio de la víctima este impulso combativo que me nacía desde las entrañas o en definitiva a ellas no les importaba esperar y en realidad juzgaban que yo era una porteñita quilombera, pero no me importo, yo ya había levantado el estandarte de la lucha contra la desorganización y de esta batalla no me bajaba ni vencida.
Después de veinte minutos de ardua discusión con dueños y empleados me dieron la razón, y aceptaron las modificaciones. Me sentí gloriosa, no hay nada que disfrute más en esta vida que se me reconozca cuando tengo razón.
Volví a la carpa limpia y fortalecida. Vigorizada por haber defendido la causa con tanta altura, con tanta higiene, me sentía una revolucionaria, estaba defendiendo una causa que afectaba a mis hermanas. Aunque a ellas no les importaba. Y además tenía los rizos hidratados.
En la carpa recibí mis merecidas felicitaciones y hasta un mini aplauso. Parecía un aplauso sincero, así que lo tome con gusto. Me reconocí triunfadora.
Esto de la lucha contra la falta de respeto me sienta más que bien. Me hace grandiosa y sofisticada. Me vuelve extranjera en mi propio país.

miércoles, febrero 07, 2007

Me parece que esto de los blogs

apesta

domingo, enero 21, 2007

DISCUSIONES DE VERANO I

Julieta Prandi es noticia otra vez y ninguna de las Pulpis nos percatamos por qué. Sin embargo, esta longilínea rubia generó furiosas diferencias al borde de la pileta en un día de quinta tan típico como placentero. Comimos asado, tiramisú, torta de manzana, tomamos mate, café, agua y coca común. Nos metimos en la pile, nos tiramos de culo, de palito, de cabeza y pasamos por el medio de una rueda de goma. También jugamos al submarino, que si no se llama así, hoy lo bautizamos. Es ese juego que consiste en tirar algo (un gancho de pelo amarillo flúo en este caso) al fondo de la pileta y el que lo encuentra primero gana. Perdí haciendo trampa mientras Pulpi, boca abajo, con la cola al aire, se bronceaba en la reposera. Bajó el sol y nos empezó a arder un poco la piel. A esa altura ya recitábamos de memoria las anécdotas de la otra –“se quebró la clavícula, se fisuró el dedo y estuvo tres días con suero internado en el Hospital de El Bolsón”, en ese orden. De aburridas empezamos a leer las revistas y diarios del domingo. Y la vimos. En vez de reírnos y tomar sus acotaciones a la ligera, como se dice que deben tomarse las cosas en el verano, nos encrispamos de una manera tal que una Pulpi casi termina convertida en la pelota del perro. Pero no fue la figura de Prandi lo que generó diferencias, sino sus aspiraciones de escritora…
La discusión sigue acá. Abajo, las razones a favor y en contra de la top model. Pueden participar.





Pluma, plumita

Nos guste o no Julieta Prandi parece haber nacido en este mundo para hacerlo más lindo y eso molesta. Ok, tiene cara de vieja, los dientes torcidos, el pelo quemado, se ríe desde las tetas, pero si se hace un concurso de culos lindos, seguro que el de ella gana y más de uno se lleva la revista al baño.
Si los fotógrafos le piden una carita más, más y más sexy Prandi pone al servicio de ese foco negro infinito creado para fabricar divas, cara de gatito de veterinaria. De los que están en jaula y se regalan. Efectivísima. “¡Eso, ahí va!”.
La visten de colegiala, enfermera, gatúbela, sirenita o intelectual con anteojos de marco grueso negro y pega. No tiembla, agrada. Pero claro, a nosotros, joven, prolífica e interesantísima (JPI) comunidad literaria, ¿qué tiene para decirnos una chica que se unta el cuerpo con aceite de bebé para subirse a una pasarela?
¿Y un empleado de supermercado? ¡Claro, vivan los progres! Los negros que bailan cumbia tienen el aval de usar la pluma, no vamos a discriminar, pero las rubias siempre serán taradas.
Antes de ir a los castings a ver si hacía algo de plata con un cuerpo cuyos piropos hacían al éxito evidente, Julieta soñaba con ser escritora y tener un bulldog. El perro ya lo tiene, se llama Malo y duerme con ella –que es buena- todas las noches que no lo hace con Gastón Portal, su novio y empleador. Escribir, también escribe. Cuenta con cinco años de taller de poesía y publicó en la editorial Zorra/ Poesía -que “intenta reunir pequeños trabajos de poetas contemporáneos de reconocida trayectoria y compromiso con la literatura”- como también en las revistas Lea y La mujer de mi vida. En esta última publicó una especie de oda a la ventana que no es peor ni mejor que nada que pudieran escribir los JPI. Pero es linda, naïve, jamás regalaríamos un libro de Julieta Prandi, pero como tampoco terminaríamos el Ulises de Joyce.
Como la mayoría de los JPI, ella también se hizo un blog en el que firma con el nombre de Lucía Cavallero. Escribe cosas como: “Con un cepillo de vidrio/ y cerdas de clavos/ recordar solo aquello/ que podrá llevar/ en el bolso de mano”. Una dark con muchos dones.
Quería estudiar Letras, pero se anotó en Comunicación. Llegó a la tapa de Gente con un hot jean, quebró la espalda hasta volverse escoliótica, Giordano pronunció su nombre con la libido de un cura pedófilo a punto de iniciar su homilía, hasta que finalmente se volvió famosa haciendo de bebota con Francella en la TV. Un truco fácil y esperable en el que caen hasta las intelectuales más despiertas. Mientras que a Julieta la cámara la desinhibe a otras las sensibiliza de tal manera que las hace recrear su propio reality. Finalmente la que paga es la pobre tonta y no la que elige pasar por tonta.
Y así, obtuvo lo que quiso: conoció lugares y gente inalcanzable y se convirtió en modelo, que junto con el periodismo es otra profesión sobrevaluada pero a diferencia de ésta, está bien paga. ¿Cuál es el mérito de ser percha de sastre, de tirar besos en la pasarela o estar divina gracias al Photoshop? Pero bueh, ella puede ser nena, puta, graciosa y tener un novio canchero. ¿Qué otra cosa puede querer una chica en capital? Bueno, seguir acariciando su ego y aspirar a un mundo por lo menos más lindo para todos con excepción de las mujeres inseguras que al ver chicas lindas en papel ilustración se deprimen en vez de pensar que la perfección existe.
Obviamente que a ningún editor literario se le pasó de largo ofrecerle un contrato y ella, cuando podría estar hablando de lo sexy que Gastón la hace sentir, dice que prefiere las editoriales chicas a las grandes.
¿Acaso la literatura está destinada a los feos que aprenden a escribir los sábados a la noche mientras todos salen a bailar? ¿O para los que viven en penumbras y son esquivos a la televisión?
Prandi puede terminar la sesión de fotos de una marca de ropa interior y en el camarín agarrar un cuaderno y escribir lo miserable que se siente con el portaligas todavía puesto. ¿Y qué?
Debo callar lo que recuerdo/ y hablar más”, escribe la top. Julieta, ahí sí cuidado.

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Julieta Prandi largá la birome ya

Linda, lo que se dice linda linda no soy.
Soy lánguida, armónica, cuando no estoy encendida en furia o en amor, soy bastante naif. Lo suficientemente aburrida, pero puedo transmitir unas cuantas emociones si quiero. Y hasta parecer sexy.
Tengo las piernas tan largas como para poder enredar a un caballero. No hago gimnasia, no sufro de trastornos alimenticios y fui vegetariana sólo dos años. Me gusta mi cuerpo. Cuando quiero me la creo. Sé tomar vino e inclinar la cabeza ante el flash. Ser imbécil o astuta depende de la ocasión. Sé Pertenecer. Me adapto al buen vivir y también a la supervivencia.
Tengo pocas tetas y un culo que gana pero no es increíble. Me asumo. Me gusto. Tengo lo que en cualquier realityshow llamarían Actitud. Si me gusta un chico con un poco de esfuerzo e improvisación es probable que por lo menos me quiera besar.
Pero hay que decir la verdad, linda, lo que se dice linda linda no soy. Es decir, el encanto no me rinde como para ganarme la vida mostrando el cuerpito.
A la hora de la conquista es así: exploto las virtudes y saco ventajas de los defectos. Le pongo onda, y me la banco.
Pero desde chiquita que el mundo me parece una cagada.
Si el chico del curso que me gustaba no me daba bola, o en el semáforo sólo me tocaba besarme con el más feo, entonces escribía.
Cuando en cuarto grado mi mejor amiga se fue a vivir al campo yo lloré, y escribí.
Cuando quería que mi mamá se quedara conforme me anotaba en concursos literarios para niños, escribía algún cuento de esos que hacen llorar a los padres y ganaba.
Entonces mi mamá me compraba medias, algún vestidito nuevo haciendo composé y me planchaba el pelo en la peluquería.
Me sacaba cuatro o cinco fotos junto al jurado del concurso y se sentía orgullosa. Eso más o menos una vez por año.
En el secundario no me gustaba ir a bailar, escuchaba esas banditas de punk melódico con letras cargadas de sentimientos homosexuales e inconformidad social. Nada que pudiese transformar demasiado el mundo. Y sufría, entonces escribía.
Me gustaban los chicos más grandes. Siempre siempre me enamore del que se enamoraban todas, no era más piola que el resto y sufría.
Y ahí escribía. Escribía, no desfilaba. Tengo claro desde siempre que la forma que me tocó canalizar este maremoto interno eran las letras, lindas o feas, no importa cómo salieran, el fin era escribir. Porque linda, lo que se dice linda linda no soy.

En cambio Julieta Prandi es linda. Linda, linda. De las bien lindas. De esas que si te las cruzás por la calle sin maquillaje y recién dejaditas por el novio, siguen siendo lindas. Apareció en una revista por primera vez cuando posó con el culo mirando a la cámara a través de un hot jeans. Y le quedaba perfecto. Un trasero de esos que no se arrugan con estrías y que no fofean celulitis. Juli es linda y encima de linda es rubia. Vino al mundo de la mano del doctor para ser eso: linda.
Desfiló en las playas mas caras de Uruguay y arengada por el dipsómano Giordano. Ella se pudo pelear con Pampita, porque es linda. Sólo una linda de esas bien lindas se pueden meter con otra bien linda. Y encima decirle puta.
Ahora le sacó el novio a una fea y también el trabajo y vive como una reina, su suegro el señorcito Raúl Portal, que recupera perros de la calle, le regaló su mascota favorita y ella dice que: hasta lloro de emoción. Y está bien!!.
Pero encima de linda, con novio y plata Julieta actúa, pone vos de nena chiquita, y no para entrevistar a escritores, sino para seducir a Francella. Pero no sólo eso, ahora Julieta Prandi escribe. Y dice que las editoriales la bombardean a propuestas a las que ella dice no. Por ahora no. Quiere empezar con algo chiquito.
La vida le dio el privilegio, el honor de ser linda, sin más. No necesita más que eso, sin embargo Julieta siente que el mundo necesita algo más de ella. Sus letras.
Julieta, no es que yo esté en contra de que te desarrolles en varias disciplinas, pero dejanos algo, no sé, un resto. No da para que acapares todo. No está fácil la calle. Para vos levantar es fácil, los invitas a tu casa a tomar algo y después medio entre copas te dejás convencer y entre risitas y caídas de ojos sacás el book y listo. Ya está. Un catálogo de enfoques que van desde tu nariz perfecta hasta los pliegues de la cola.
Pero a nosotras qué. Nos abrimos un blog, escribimos chanchadas para provocar a la platea masculina, nos dejamos emborrachar en talleres literarios, sacamos a bailar a compatriotas poetas aunque nos pisen los talones cada dos pasos, nos comemos diez horas semanales de cursada para aprender que hay una gran diferencia entre una finalidad práctica y una finalidad de refuerzo de la impresión y que detrás de estas letritas hay una teoría literaria y que esto parece, pero no es joda. Lo intentamos. Nos animamos, creemos que es por ahí.
Y ahora llegás vos, que encima de recontra yegua escribís. Entonces ya no sólo levantás por linda, si no que a los chongos les susurrás poemas.
De onda, no seas turra Prandi, vos podes usar hot jeans, largá la birome…

En la escuela me enseñaron ésta, cantala conmigo…
“…Cada cual, cada cual atiende su juego y el que no, y el que no una prenda tendrá…”

jueves, enero 11, 2007

Lecciones veraniegas en la ciudad

Tenés hambre, la heladera está llena, nada te da ganas.
Mirás por la ventana y te disgustás con el plan de modernización del departamento de en frente y la vereda que pintaron tipo piano en el restaurante de la ochava te sigue pareciendo incomprensible.
Volvés a notar que lo que no entendés no te gusta.
Contás los días que hace que llegaste de vacaciones, pasaron más de cinco y en la mochila todavía queda arena.
Pensás y te autoconvencés de que el problema no sos vos, sino la ciudad.
Tenés la certeza de que no hay festival cultural que organice el gobierno que suplante la alegría de un beso, un mimo o un toquecito desprevenido en la cola.
Te ponés las ojotas, el pantalón más caído y gastado y una remera enorme sin corpiño. Enrollás una revista cualquiera y te la ponés debajo de la axila. Algo que en una situación normal jamás harías.
Hacés de cuenta que el ruido de los colectivos es el de una podadora y que las palomas son pavos reales. Trabajo duro. Te comprás un palito de frutilla.
El helado se transforma en su lengua.
Pero de tan frío se te queda pegado en tu lengua. Empezás a hacer señales para que te lo saquen, te quema, la kioskera te echa el agua que había preparado para el mate. Te caen lágrimas, se junta gente y a los tirones te terminás deshaciendo de él.
Moraleja: la ilusión del amor también duele.

jueves, enero 04, 2007

Asadam

Una soga de totora fue tejida un día en que el refugio era seguro.
Enrollada estuvo guardada en depósito;
pasó por fábrica, santería y feria.
Cuando las convicciones sobre el Corán fueron tomadas como delirios de un loco
el verdugo la compró.
Le hizo tres nudos y a cada uno le correspondió un rezo.
Una cámara oculta hizo del victimario, la víctima.
Entre oriente y occidente sólo quedó un fin de año.

sábado, diciembre 30, 2006

jueves, diciembre 28, 2006

FAN!!!

El tiempo nunca es mucho ni poco, sólo es.
Pero un año es larguísimo, doce son muchos meses.
Por eso decidimos recibirlo con onda y en Colonia. Con los pies en el río y la lengua en otra boca.

Adiós amores forros, bobos y pelotudos!
Las Pulpitas les deseamos un 2007 con amores correspondidos para todos.
Este año no se nos pasa.

miércoles, diciembre 13, 2006

PLIN PLIN

Escribí: “Baby, this story is written for you” y te mostré la primera página de un cuento. Me preguntaste por qué en inglés y te respondí que era largo de explicar, te reíste, te divertí otra vez y me regalaste un cumplido diciéndome "canchera". Asentí, sonreí, me puse triste, bajé los ojos, te mostré mi perfil derecho (el del arito) y miré el piso. Te regalé un sublime plano en blanco y negro de la película en la que jugaba a ser la protagonista. Vos entendías. Agarrabas el rollo de papel de la cocina y me filmabas mientras yo te actuaba.
Me calculé para que me supieras tan perfecta como única. Te inventé historias, te piqué el cuello con besos chiquitos y sucesivos como un colibrí sobre una flor y te mostré el músculo de la masturbación. Juntos descubrimos que las personas acostadas medimos lo mismo. Dejé que me prepararas el desayuno y calculé los puntos débiles que quería mostrarte: mi torpeza ante el arte culinario (una vez hasta me quemé haciendo una tostada, me pusiste Dr. Selby y la llaga nunca apareció); mi falta de interés ante ciertos términos que para mí nadie debería necesariamente conocer pero que vos considerabas fundamentales para defenderse en la vida al norte de Rivadavia tipo el “ano contra natura”; y pronuncié mal más de una palabra en francés. Hasta te hice creer que tenía las tetas chiquitas. Todo a propósito.
Después me volvía a casa, extenuada pero alegre, como un payaso que en fiesta de cumpleaños captó más entusiasmo que la piñata.
Hasta que un día el show me agotó. Pensé: "The party is over" y te miré la ojota bamboleante sobre tu pie cruzado. Me saqué la nariz colorada de plástico, las banditas elásticas que la sostenían detrás del rodete me habían marcado las orejas. Me limpié con crema humectante la lágrima que me pintaba sobre la mejilla izquierda y te dije: “Me voy, acá no tengo nada que hacer.” Te dio pena, sí.
Fui al río, miré el reflejo de la luna sobre el agua, un mosquito me picó la pierna, me rasqué y cayó una estrella fugaz. Perdí tres deseos. Y bueh.
No lloré.
Me reí hasta sentir un chorrito de pis.

viernes, diciembre 08, 2006

Busco un semental
que me reciba en Ezeiza con los brazos abiertos al cielo.
Mi ombligo,
que en las épocas felices él lo convertía en una especie de concha marina de donde sorbía agua mineral minutos antes escupida de su boca como Cupido en fuente,
alimentará a la cría.

Hijos,
para que la vida cierre en un círculo biológico óptimo.
¿Y si la naturaleza no es perfecta?
¿Y si lo único perfecto es el proceso de putrefacción de la carne?
Eso significa que nacimos para morir.
Y hacer vivir es lo más coherente.

viernes, diciembre 01, 2006

Calma chinita, calma...

A un costado de mí hay en este momento una bolsa grande de plástico con un kilo de bananas de Ecuador, tres plantitas de radicheta y una de acelga. También unas zandalias de plástico que compré en un local que vende batones para abuelas, manteles de plástico y pañuelos en cajita. Una tienda que más de una diseñadora palermitana consideraría un hallazgo.
Es que hoy es mi primer día sin trabajo. Y mi mamá que no soporta mucho tenerme en casa por la mañana, así como yo no soporto estar ahí, me manda a "hacer mandados" como cuando tenia seis y una inglesa color rosa con canasto blanco.
Me despidieron hace dos semanas de mi trabajo, y les dije: esta bien, termina el mes y me voy.
Argumentaron ciertos pormenores con el dinero y la falta de ocupaciones para delegarme.
Ayer me despedí de todos y le dejé a mi jefe un paquete de pepitos sin terminar. Lo salude con un beso, y cuando se estaba por empezar a hacer el sensible le dije que no se preocupara que todavia me vería un par de veces más, tengo que pasar a cobrar mi indemnización.
De acá en adelante no sé qué sigue, ni cómo.
Anoche me acosté con una sensación agria en la garganta y un poco de fuego en el estómago.
Lloré un poco y despúes me dormi.
Volver al sur es volver al útero todo el tiempo.
Acá a la mañana se hacen mandados, se pasea en bici, y mi papá "hace diligencias", también poda la santa rita y le cambia el agua a los pájaritos.

si todo se va a la mierda por lo menos me quedán un par de cosas que descubrí nuevas en mí.

que tengo más calma de la que creía y que cuando las circunstancias tiran un poco para abajo, para atrás, cuando me ponen en jaque a cada rato, cuando no se atreven a amar, cuando el mundo y los otros vive con la agenda tatuada, cuando regalo y no me ceptan el obsequio...

no me da tanto miedo ser yo




made in escalada

jueves, noviembre 30, 2006

jueves, noviembre 16, 2006







yo...

Funciono como los días sábado para un vestido comprado en un local del shopping:
“imposible devoluciones o cambios”

martes, noviembre 07, 2006

martes, octubre 31, 2006

Gracias




por tanto amor beat

jueves, octubre 26, 2006

miércoles, octubre 25, 2006

Artistas del under-ground


Debajo de mis dos balcones hay un camión estacionado que hace el ruido que podrían generar cincuenta motos mosca acelerando en el mismo momento. Es un camión sucio, grande, bobo que intenta extraer algo de adentro de la tierra, pero más que aspirar, licúa. Las Tortugas Ninjas no corren peligro porque deben estar recibiendo órdenes de Mister Splinter en los subsuelos de Manhattan. Acá, la aspiradora gigante quizá se trague algún usuario de Metrovías que se aventuró por las vías tras quedar varado entre dos estaciones. Máquina bruta ahora tiene que aprender a filtrar.
Yo, tranqui.
Mi casa es el google.