sábado, diciembre 30, 2006

jueves, diciembre 28, 2006

FAN!!!

El tiempo nunca es mucho ni poco, sólo es.
Pero un año es larguísimo, doce son muchos meses.
Por eso decidimos recibirlo con onda y en Colonia. Con los pies en el río y la lengua en otra boca.

Adiós amores forros, bobos y pelotudos!
Las Pulpitas les deseamos un 2007 con amores correspondidos para todos.
Este año no se nos pasa.

miércoles, diciembre 13, 2006

PLIN PLIN

Escribí: “Baby, this story is written for you” y te mostré la primera página de un cuento. Me preguntaste por qué en inglés y te respondí que era largo de explicar, te reíste, te divertí otra vez y me regalaste un cumplido diciéndome "canchera". Asentí, sonreí, me puse triste, bajé los ojos, te mostré mi perfil derecho (el del arito) y miré el piso. Te regalé un sublime plano en blanco y negro de la película en la que jugaba a ser la protagonista. Vos entendías. Agarrabas el rollo de papel de la cocina y me filmabas mientras yo te actuaba.
Me calculé para que me supieras tan perfecta como única. Te inventé historias, te piqué el cuello con besos chiquitos y sucesivos como un colibrí sobre una flor y te mostré el músculo de la masturbación. Juntos descubrimos que las personas acostadas medimos lo mismo. Dejé que me prepararas el desayuno y calculé los puntos débiles que quería mostrarte: mi torpeza ante el arte culinario (una vez hasta me quemé haciendo una tostada, me pusiste Dr. Selby y la llaga nunca apareció); mi falta de interés ante ciertos términos que para mí nadie debería necesariamente conocer pero que vos considerabas fundamentales para defenderse en la vida al norte de Rivadavia tipo el “ano contra natura”; y pronuncié mal más de una palabra en francés. Hasta te hice creer que tenía las tetas chiquitas. Todo a propósito.
Después me volvía a casa, extenuada pero alegre, como un payaso que en fiesta de cumpleaños captó más entusiasmo que la piñata.
Hasta que un día el show me agotó. Pensé: "The party is over" y te miré la ojota bamboleante sobre tu pie cruzado. Me saqué la nariz colorada de plástico, las banditas elásticas que la sostenían detrás del rodete me habían marcado las orejas. Me limpié con crema humectante la lágrima que me pintaba sobre la mejilla izquierda y te dije: “Me voy, acá no tengo nada que hacer.” Te dio pena, sí.
Fui al río, miré el reflejo de la luna sobre el agua, un mosquito me picó la pierna, me rasqué y cayó una estrella fugaz. Perdí tres deseos. Y bueh.
No lloré.
Me reí hasta sentir un chorrito de pis.

viernes, diciembre 08, 2006

Busco un semental
que me reciba en Ezeiza con los brazos abiertos al cielo.
Mi ombligo,
que en las épocas felices él lo convertía en una especie de concha marina de donde sorbía agua mineral minutos antes escupida de su boca como Cupido en fuente,
alimentará a la cría.

Hijos,
para que la vida cierre en un círculo biológico óptimo.
¿Y si la naturaleza no es perfecta?
¿Y si lo único perfecto es el proceso de putrefacción de la carne?
Eso significa que nacimos para morir.
Y hacer vivir es lo más coherente.

viernes, diciembre 01, 2006

Calma chinita, calma...

A un costado de mí hay en este momento una bolsa grande de plástico con un kilo de bananas de Ecuador, tres plantitas de radicheta y una de acelga. También unas zandalias de plástico que compré en un local que vende batones para abuelas, manteles de plástico y pañuelos en cajita. Una tienda que más de una diseñadora palermitana consideraría un hallazgo.
Es que hoy es mi primer día sin trabajo. Y mi mamá que no soporta mucho tenerme en casa por la mañana, así como yo no soporto estar ahí, me manda a "hacer mandados" como cuando tenia seis y una inglesa color rosa con canasto blanco.
Me despidieron hace dos semanas de mi trabajo, y les dije: esta bien, termina el mes y me voy.
Argumentaron ciertos pormenores con el dinero y la falta de ocupaciones para delegarme.
Ayer me despedí de todos y le dejé a mi jefe un paquete de pepitos sin terminar. Lo salude con un beso, y cuando se estaba por empezar a hacer el sensible le dije que no se preocupara que todavia me vería un par de veces más, tengo que pasar a cobrar mi indemnización.
De acá en adelante no sé qué sigue, ni cómo.
Anoche me acosté con una sensación agria en la garganta y un poco de fuego en el estómago.
Lloré un poco y despúes me dormi.
Volver al sur es volver al útero todo el tiempo.
Acá a la mañana se hacen mandados, se pasea en bici, y mi papá "hace diligencias", también poda la santa rita y le cambia el agua a los pájaritos.

si todo se va a la mierda por lo menos me quedán un par de cosas que descubrí nuevas en mí.

que tengo más calma de la que creía y que cuando las circunstancias tiran un poco para abajo, para atrás, cuando me ponen en jaque a cada rato, cuando no se atreven a amar, cuando el mundo y los otros vive con la agenda tatuada, cuando regalo y no me ceptan el obsequio...

no me da tanto miedo ser yo




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