jueves, mayo 24, 2007

Una menos

Como los actores que al finalizar la obra salen al escenario a saludar y quebrase ante los aplusos, o a esquivar tomates peritas, yo ahora si, me despido.
Decir que este blog dejó de tener sentido, en mi caso no es tan cierto. Porque no sé si alguna vez lo tuvo. Y no sé si el próximo lo tendrá.
Solo que últimamente me vine acostumbrando bastante a escribir en tercera persona.
O será que el tiempo del ombligo se me pasó por un rato.
Como una foto vieja, en la que nos miramos e intentamos entender cómo y cuándo fué que crecimos tanto. Que alguna vez fuimos eso, y que ahora somos esto. Cuándo fue que los ojos se empezaron a poner tan tristes o cuando fué que las piernas se estiraron tanto, o estos lunares se reprodujeron como cucarachas. Cuándo fue que dejar ir empezó a resultar tan sencillo. Y enamorase tan tan difícil. Así de dificil es no leer este blog entero y a veces no avergonzarse.


Alguien decía que al final de una oración debería ir un reloj que indicará el tiempo que llevó escribir esa frase. Solo así, creo, quedaría evidenciado todas las que fuí mientras lo hacía.
Este Blog no se murió, ni se venció. Simplemente le ocurrió lo que a un miembro varonil cuando estalla en masculinidad.
Acabo.
Porque tenemos un costado masculino, y a veces lo usamos.
Ya vendrán otros tiempos, ya vendrán bocas nuevas para decir palabras nuevas.
La humedad de la angustia ya me estaba empezando a ahogar.

Hasta pronto, y merci.
(Una Pulpi)