domingo, marzo 18, 2007

funny are you smart?

Había un chico que cambiaba el dial de una radio y paraba en una estación determinada. Mientras pasaba el tiempo me di cuenta de que ese repertorio me haría eco durante varias semanas hasta encontrar otra banda de sonido que la reemplazara, más parecida al punchi, menos banda, más tribal.
Mientras tanto -por ahora todo es un mientras- canto:
My funny Valentine
Sweet comic Valentine
You make me smile with my heart
Your looks are laughable
Unphotographable
Yet you're my favourite work of art
Is your figure less than Greek

Is your mouth a little weak
When you open it to speak
Are you smart?
But don't change a hair for me

Not if you care for me
Stay little Valentine stay
Each day is Valentine's day
En el recital de Roger lloré casi toda la primera media hora. En la popular bien a lo alto una de las cosas que más me conmovían era el límite de la cancha con el cielo y esa sensación de abarcarlo. Sentía que podía tirarme de algún punto fijo imaginario en el centro y sobrevolar el estadio como si fuera un Jet 737 de los ochenta un poco más elastizado como para hacer piruetas.
Después me di cuenta de que uno normaliza lo que alguna vez fue inimaginable, pero la tierra sigue siendo redonda y desde lejos se ve azul y más cuando cruzás el océano. Uno ya no desearía tirarse encima de una nube porque sabe que no son copos de algodón, sino bolutas de aire comprimido divinas pero traspasables. Sin embargo queremos que la nieve nos moje el abrigo y bombardee la cara al mirar inocentemente para arriba y que de repente sin saber cómo se te moje el ombligo con agua helada.
El lado oscuro de la luna no lo vimos o lo vemos todo el tiempo. Lo que también vemos todo el tiempo es una realidad virtual tan intensa como la real, pero ese es otro tema porque en el reci estaba el "quiero que todos sean como el hermoso de Doyle Bramhall". Ese pelo largo, ese pecho descubierto, esa oscuridad irretornable, googléenlo plis.
Fuimos con papá y papá se puso una remera de Pink Floyd pintada a mano que se compró esa tarde en un local de la peatonal Lavalle. Era bien grasa, le quedaba linda, como me pidió lo dejé ser él y no se lo reproché. Pero ése también es otro tema.
Es domingo, nos acabamos de levantar sin acabar nada y nos vamos a desayunar.

1 comentario:

Unknown dijo...

Perdon, te garchaste a tu papa?