miércoles, marzo 15, 2006

Chaban

“Había que decidir vivir” dice Chaban y vuelve a mirar la maqueta que representa al local de cromañon.
Una regleta roja hace de él en el medio del boliche y otras tres regletas amarillas resumen las 400 personas que estaban esa noche en cromañon.
El panel de encuestadores es realmente repulsivo, peor que los efectos visuales de canal nueve para la cortina del programa. Sencillamente patético.
Me recordó un poco esa recurrencia del cine para representar las atrocidades de la humanidad de la manera mas impactante. Me volvieron a la mente todas esas películas sobre el holocausto y las veces en las que pense en ese poder cinematográfico de convertir en una "escena" prolijamente estética un momento que solo los que lo vivieron pueden medir en impacto.
Me vi ahí, sentadita en la butaca una vez más, "viendo", "escuchando", "haciendome una idea de lo que paso". Y me sentí terriblemete podrida, intoxicada.

"No soy un chivo expiatorio, soy un señuelo, por que me usan para todo".
Le echa la culpa al periodismo. Y Con la nota de Miranda! en la mano se quiebra. Parece que no tienen el Don de curar este mal.
Llora, se va llorando, caminando con unos papeles y libros en la mano. Llora, un policía lo acompaña y la cámara ya no puede seguirlo. Va camino a su celda. Da lástima, realmente. Conmueve.

No puedo formarme opinión, solo me vuelve la pregunta que me da cosquillas todo el tiempo en la panza.
¿Todo todo esta hecho para ser visto?
¿Todo todo tiene que ser Televisado?

4 comentarios:

anais dijo...

Concuerdo totalmente con tus palabras. Y, también, con tus incógnitas. Lo que mostró Canal 9 no fue otra cosa que lo que se podía esperar ver. No olvidemos que Chabán es - o cree ser - un actor del under porteño. Todo ese "reportaje" (por llamarlo de alguna manera) fue un gran puesta en escena. Los "periodistas" que estaban allí parecieron rendirle culto a la actución de Chabán. A mí me recordó mis viejas épocas en Cemento. Chabán era el mismo, solo le faltaba su gabán, su largo piloto de color indeterminado por los años y la mugre...

Anónimo dijo...

Hay un punto en que Chabán es igual que muchos de los padres de los muertos. Un punto: sus lágrimas responden a la temporalidad televisiva.

Como señaló el Indio Solari, uno llora (de llanto franco) cuando puede; capaz estás en el velorio de tu viejo y estás charlando con un amigo y riendo, y un día estás en la ducha o en el bondi y llorás, ejemplificó.
¿Cuántas chances hay de que la temporalidad del dolor coincida espontáneamente con la de las cámaras?

Podemos darle el beneficio de la duda al momento en que leyó lo de Miranda, porque se conectó visiblemente con algo particularmente ilustrativo. ¡Pero el llanto de despedida, Dios santo y la Virgen! Igualito que los padres que justo lloran cuando hablan por tevé; como si el momento del dolor, el lugar del dolor, fuera la pantalla.

La pregunta que a mí me dejó cosquilleando es ¿lo de la raya del culo al aire también fue preparado?

Pulpita dijo...

puede ser lo de Chaban, pero con respecto a los padres...
No se si sos padre vos, pero me parece que el dolor de ellos no pregunta cuando y donde manifestarse.
Perdieron un hijo, todo va a quedar impune como tantas otras cosas de nuestro país y encima se vuelven sujetos objetivizados que, como según vos y tantos otros piensan, "lucran con su dolor".

Vos y yo escribimos esto desde nuestro cómodo sillón y sin ningún muerto encima más que nuestros abuelos. Y que murieron por viejos o por enfermos.
No seamos tan hipócritas.

Anónimo dijo...

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