jueves, enero 12, 2006

pese a mi estrecha elongación

mis manos me bastan para pasarme crema en todas las partes de mi cuerpo que quiero alcanzar.

menos mal.

había dos playas, un faro, lobos marinos y una energía que no vi.
pero cuando llegó la noche, se apoderó de mis pies y me metió a paso de candombe en la orilla del mar.

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