viernes, diciembre 09, 2005

Felíz navidad

Mientras mi madre mira un documental sobre la araña azul de Venezuela, yo armo el arbolito.
Ella, recalca: -¿ese es todo el espíritu navideño que tenés?

Parece que la distribución de lucecitas de colores alrededor de las fotos familiares, es demasiado parecido a un altar casero del Distrito Federal.
Si, mi decoración es decididamente bizarra.
Y peor cuando mi madre elige un camino al crochet blanco para poner debajo del pino. Argumenta que es la nieve.
Las luces de colores, los cuadros de fotos familiares colgando de la pared revestida en machimbre de fondo, el pino con el pie nevado, es lo peor de la decadencia navideña.
Si esto no es espíritu navideño, el espíritu navideño no existe.

De ahora en más solo resta esperar y rogar que Toto no se suba a la alfombra enrollada al borde del tocadiscos sobre el que se monta la estructura festiva.
El podría muy ágilmente estirar sus pequeñas manitos y tirar de la ramita que más cuelga.
El vegetal artificial caería sobre su pequeño cuerpo y con él toda mi escenografía mejicana.

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