jueves, agosto 18, 2005

FFyL

Ayer salí de la psicóloga, tres menos cuarto.
A las tres tenia que estar en la facultad. Me tomé el 141 que más o menos tarda veinticinco minutos hasta allí.
Me bajé en Puán y Rivadavia y corrí. Apurada, agitada, transpirada, desarreglada, con los ojos hinchados de llorar, puse el pié en la puerta de la facultad a las tres y veinticinco. Sí, tarde.
Y ahí me acordé: paro anunciado de 15 días, ok! ¿testaruda o boluda? Lo que quieras pero ahí estaba yo, pintada al óleo.
Odio que mi memoria no funcione para datos valiosos. Siempre recuerdo esas cosas que no sirven para nada, datos estúpidos que le ocupan lugar a los importantes.
Yo no sé como esta diseñada mi mente pero la dispocición de los espacios es rarísima, la verdad es que el arquitecto que la construyó se recibió copiando, o tal vez, estudió en la UBA, y le tocó un paro de seis años consecutivos.

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