martes, agosto 16, 2005

Eterno retorno.

El 84 va rápido, es lunes y feriado, no hay tantos autos por la calle. Llego a tu casa y estas durmiendo. Me meto en tu cama calentita, o tibia, desarmada, con olor a vos. Después te digo que se terminó. No sé que es lo que se terminó, pero suena bien, parece decidido, premeditado. Parece que no quiero sufrir más.
Entonces nos besamos, nos desnudamos, nos respiramos, un poco de llanto, y veo los forros. Falta uno.
Y conmigo no lo usaste.
Otra vez.

No hay comentarios.: