Papá te compro un regalo.
Me dijo mi madre ayer cuando volvi a mi casa despues de un fin de semana de carabana con Pulpi. Corrí hasta mi habiatación, prendí la luz deseperada y en el lugar donde esperaba encontar algún sobre con dólares, o un manojo de llaves de alguna propiedad que la familia hubiese decido adquirir para mi, encontré, en cambio, un "Pequeño Pony".
Plástico blanco, pelo fucsia, brillitos, una mariposa con purpurina dibujada en uno de los cachetes.
Má, pero tengo veintidos años. Dije, incrédula de que fuese para mi. Creyendo que era un error de paquetes, nada más.

Pero no. Era para mi definitivamente.


Mínimo, agradecelo, es divino. Dijo mi madre.