Imaginatela cuando prenden la luz de la cámara en la oscuridad del boliche y ella, en un inconciente impulso por los cinco minutos de fama, se dispone a bailarle. Fijate cómo se abre la pista y cómo los pómulos de los discotecos que se ponen a vivarla brillan porque la luz del in-anonimato les tocó de rebote. Vos morís porque alguien te desee así.
En la oscuridad, donde la cámara no llega a filmar, están los que hablan, los que dicen “qué puta”. Porque no son parte del festejo, porque pueden ver el fenómeno de lejos, porque se pusieron a pensar un solo segundo en la estupidez que acaba de ocurrir. De la que todas querían participar para mostrar la producción que les tomó desde el atardecer, seguras de que esa noche iba a ser otra noche de sábanas tan frías como el demaquillante sobre la cara después de una madrugada ruborosa.
lunes, mayo 29, 2006
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3 comentarios:
Como siempre, cada vez que paso por acà,la paso bastante bien. Salute
como yo cuando escucho tu programa. besos.
(La guarida del Faro, de lunes a viernes de 02 a 06 por Radio Faro, 87.9. también desde la página de Radio Nacional)
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