domingo, agosto 28, 2005

Lo mejor que me pasó en mis dos primeras semanas de trabajo fue el fotógrafo que me acompañó a hacer mi primera nota. Él venía de trabajar en Crónica y ahora lo mandaban a sacarle fotos a los famosos. Su foto más famosa es la que le sacó a Copola en la cárcel. La única que existe.

- Viste mucha sangre?
- Sí, obvio!
- Una foto fuerte que hayas sacado?
- El hijo de Jaroslavsky quemado vivo en la camilla.
- Pero pobre!
- Es un cuerpo.
- Hace cuánto que sos fotógrafo?
- 20 años.
- No te cansa?
- No, amo mi trabajo. Si amás algo no te cansás nunca.
- Si alguien famoso se te está muriendo al lado ¿qué hacés?
- Le saco una foto.
- No lo ayudás?
- Si estoy solo sí, sí, obvio. Pero si hay más gente le saco la foto.
- Pero a vos no te gusta sacarle fotos a gente linda?
- Qué es gente linda?
- Y Celeste Cid, qué sé yo.
- No, no me interesa. Prefiero mil veces a los muertos.
En el subte se empezó a reír.
- Qué te pasa?
- Es que me acordé de algo.
- De qué?
- Una vez tuve que ir a hacer una nota sobre un tipo que había querido abusar de un nene down. El padre del casi violador se indignó tanto, que lo castró en un campo que teníasn. Entonces la periodista me dijo “vamos a ver si lo encontramos?”.
La cuestión es que encontraron el miembro entre las hierbas. Le sacó la foto, salió publicada en tapa y me dijo que se reía porque este año va a armar tarjetitas de navidad que digan “Feliz 2006”, y en el lugar del 00 va a pegar los huevos del desgraciado casi violador.

Se bajó en la estación Facultad de Medicina para cubrir la marcha estudiantil camino al Palacio Pizzurno. Me olvidé de preguntarle si consideraba a Cabezas un ídolo.

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